Descompresión y reconstrucción del nervio supraescapular
Visión general

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Un hombre de 35 años fue remitido al servicio regional de lesiones nerviosas periféricas 10 meses después de un fuerte golpe en la parte anterior del hombro izquierdo durante una caída de una bicicleta de montaña en un descenso fuera de carretera. Las radiografías simples de la clavícula y el hombro resultaron normales. Fue rehabilitado con fisioterapia. Después de 3 meses había abducción útil con el deltoides pero no había evidencia de función del supraespinoso y fue remitido para una ecografía del manguito rotador para excluir un desgarro. La ecografía fue normal mostrando integridad mecánica de la unidad músculo-tendinosa. Se aconsejó más rehabilitación. El fisioterapeuta tratante destacó la debilidad de la abducción y la rotación externa y se hizo un diagnóstico de neurapraxia del nervio supraescapular. No se solicitó neurofisiología para confirmar este diagnóstico. A los 9 meses no mejoraba con una actividad por encima de la cabeza débil y una mala rotación externa, por lo que se le remitió a la unidad de nervios para su evaluación.
Se le evaluó 10 meses después de la lesión y no había función en el supraespinoso ni en el infraespinoso con atrofia de ambos músculos. Había dolor profundo sobre el nervio supraescapular a la palpación. El resto de la exploración del plexo braquial era normal. No había signo de Tinel en el tronco superior, lo que habría sido sugestivo de una avulsión del despegue del nervio supraescapular a este nivel. Sin embargo el nervio supraescapular no tiene territorio sensitivo cutáneo y el signo de Tinel para una ruptura es por lo tanto poco fiable. Se hizo un diagnóstico de lesión por tracción o rotura distal del nervio supraescapular y se le incluyó en la lista para una exploración urgente al día siguiente. Se planificó una neurofisiología intraoperatoria para evitar más retrasos. Una reinervación eficaz en una rotura proximal sólo se conseguirá con una transferencia nerviosa en esta fase. El momento de la presentación es demasiado tarde para que una reconstrucción con injerto proximal proporcione una reinervación útil a los 12 meses. La mejor opción para el paciente sería identificar pruebas de lesión por tracción con axonopatía y regeneración completa pero no funcional debido a un bloqueo de conducción segmentario persistente en un ligamento supraescapular tenso. En tales casos, la estimulación mejora tras la descompresión del ligamento y cabría esperar una recuperación y fortalecimiento durante 6-12 meses. Si se identifica una rotura de segmento corto en la escotadura supraescapular, ésta sería susceptible de un injerto. De lo contrario, el tratamiento recomendado sería una descompresión, una evaluación de la estimulación y la consideración de una transferencia nerviosa.
En la intervención quirúrgica había un ligamento tenso pero no había estimulación ni neuroma en la zona expuesta. Se hizo un diagnóstico de trabajo de una rotura más proximal y se realizó una transferencia de nervio distal de la rama medial del XI par craneal justo proximal a la escotadura supraescapular.
Autor: Dominic Power FRCS Orth, Cirujano Consultor de Mano y Nervios Periféricos
Institución: Servicio de Lesiones Nerviosas Periféricas, Hospital Queen Elizabeth, Birmingham, Reino Unido
Los clínicos deben solicitar aclaraciones sobre si cualquier implante demostrado está autorizado para su uso en su propio país.
En EE.UU.: fda.gov
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