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Fractura de escafoides: Injerto de no unión asistido por artroscopia y fijación con tornillo Acutrak

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Este procedimiento está diseñado como continuación de la técnica de artroscopia diagnóstica de muñeca publicada en OrthoOracle.

Se trata de una instrucción detallada paso a paso a través del procedimiento de un injerto artroscópico y fijación con tornillo mini-open de una no-unión de escafoides utilizando el sistema de tracción Acumed TM ARC Tower y el tornillo Mini Acutrak TM.

Las no uniones del escafoides se diagnostican mejor y se evalúa su morfología en un TAC si son sutiles, aunque suelen verse claramente en una serie de radiografías del escafoides. Puede utilizarse una resonancia magnética para intentar evaluar la vascularidad del fragmento proximal en las fracturas del polo proximal; sin embargo, las resonancias magnéticas (con o sin gadolinio) distan mucho de ser infalibles y la prueba de referencia para la vascularidad sigue siendo el sangrado puntiforme del hueso intraoperatorio.

Cuando se establece una no-unión, en ausencia de artritis asociada, y es sintomática suele requerir tratamiento para el que hay varias opciones disponibles.

Las opciones de tratamiento variarán a menudo en función del grado de colapso del escafoides, la esclerosis o la formación de quistes alrededor de la no unión, la localización de la no unión dentro del escafoides y la habilidad y preferencias del cirujano.

Las opciones incluyen: fijación con tornillo simple o alambre de kirschner con o sin injerto. Injerto abierto o artroscópico y puede ser vascularizado o no vascularizado, esponjoso o cortico-caneloso siendo las zonas donantes más comunes el radio distal y la cresta ilíaca.

El injerto artroscópico de escafoides es una técnica en evolución y es mejor intentarlo una vez que el cirujano ya tenga confianza y sea experto en procedimientos artroscópicos más rutinarios como los desbridamientos articulares y las reparaciones del complejo fibrocartílago triangular (CFFT).

Cuando se embarque en este procedimiento por primera vez, lo mejor es intentar una no-unión con una deformidad ósea mínima que no necesite corrección y situada en la cintura del escafoides. Esto significa que se puede acceder fácilmente al foco de fractura, que hay fragmentos grandes con buena vascularidad proximal y distal para sujetar un tornillo y que no se requiere manipulación intraoperatoria de los fragmentos.

La principal ventaja teórica de esta técnica es la preservación de la vascularidad mediante una disección mínima de los tejidos blandos, lo que, dado que no existen pruebas claras que demuestren el beneficio de las técnicas de injerto vascular sobre las no vascularizadas, resulta una opción muy atractiva. También pretende reducir la cicatrización alrededor de la articulación e intentar preservar la movilidad en el postoperatorio.

Tras un injerto artroscópico de escafoides y una fijación con tornillos miniabiertos, los pacientes suelen llevar una escayola durante 6-8 semanas con fisioterapia de los dedos y el pulgar, seguida de la retirada de la escayola y fisioterapia de la muñeca una vez confirmada la unión radiológica y clínicamente.

Las complicaciones de este procedimiento incluyen la no unión, problemas con el metal, infección, lesiones iatrogénicas del cartílago y lesiones tendinosas y nerviosas.

Autor: Sr. Mark Brewster FRCS (Tr & Orth)

Institución: Hospital Queen Elizabeth, Birmingham, Reino Unido.

Los clínicos deben solicitar aclaraciones sobre si cualquier implante demostrado está autorizado para su uso en su propio país.

En EE.UU.: fda.gov
En el Reino Unido: gov.uk
En la UE: ema.europa.eu

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