Fractura de escafoides: Injerto vascularizado basado en la arteria volar del carpo para la no unión
Visión general

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Aproximadamente el 10% de las fracturas de escafoides derivarán en una no unión. La incidencia es mayor en las fracturas que afectan al polo proximal (hasta un 90%) y también aumenta si hay un retraso en el diagnóstico, una inmovilización inadecuada o un desplazamiento significativo de la fractura.
Hay dos factores anatómicos en particular que predisponen al escafoides a la no unión. El primero es que es casi totalmente intraarticular, con una limitada fijación de partes blandas para la afluencia vascular. Con respecto al polo proximal, está servido por un vaso intramedular que entra en la cintura distal dorsal, lo que hace que las fracturas del polo proximal sean especialmente propensas a la no unión debido a la interrupción de este vaso. En segundo lugar, el escafoides no tiene periostio, por lo que requiere una cicatrización ósea primaria. Además, la forma y las articulaciones del escafoides dificultan su inmovilización. Las fracturas a través de su cintura tienen tendencia a desplazarse hacia una posición flexionada.
La no unión del escafoides representa un problema quirúrgico difícil. Aunque algunos autores informan de tasas de unión satisfactorias tras técnicas estándar de injerto óseo, otros informan de tasas de fracaso de hasta el 65%.
Se han descrito diversas técnicas para tratar la no unión del escafoides, pero se ha demostrado que el uso de un injerto vascularizado en lugar de uno no vascularizado mejora las tasas globales de unión, especialmente cuando existen dudas sobre la vascularidad del polo proximal. Un ECA que comparó directamente las tasas de unión en la no unión del polo proximal demostró una tasa de unión del 89% utilizando injerto óseo vascularizado frente al 72% con injerto no vascularizado.
En la literatura se describen varias técnicas de injerto óseo vascularizado. Entre ellas se incluye un injerto óseo distal dorsal del radio elevado sobre la 1/2 arteria supraretinacular intercompartimental que se encuentra entre el primer y el segundo compartimento extensor dorsal, descrito por primera vez por Zaidemburg en 1988.
Otra técnica descrita es el uso de un injerto óseo vascularizado libre tomado del cóndilo femoral medial. En las referencias del final figura un resumen de las técnicas disponibles.
En este caso se utilizó un injerto vascularizado de la cara volar del radio distal para fijar una no unión del escafoides mediante un abordaje volar.
En este caso se utiliza el sistema de tornillo sin cabeza mini Acutrak. Ofrece un diseño cónico, totalmente roscado y con un paso variable, por lo que ofrece compresión y se asienta bajo la superficie ósea.
La historia, la presentación, el diagnóstico por imagen y la toma de decisiones quirúrgicas se describen en la siguiente sección.
Los lectores también encontrarán de utilidad las siguientes técnicas de OrthOracle:
Scaphoid fracture: Arthroscopic assisted grafting of non-union and fixation using Acutrak screw
Autor: Tahseen Chaudhry ,Consultant hand and peripheral nerve surgeon
Institución: University Hospital Birmingham, Birmingham, UK.
Los clínicos deben solicitar aclaraciones sobre si cualquier implante demostrado está autorizado para su uso en su propio país.
En EE.UU.: fda.gov
En el Reino Unido: gov.uk
En la UE: ema.europa.eu