Fractura de la meseta tibial: Fijación de una fractura bicondilar con una técnica de doble incisión (placas EVOS de Smith and Nephew)
Visión general
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Como ocurre con gran parte de los traumatismos en adultos, las fracturas de la meseta tibial tienen una distribución bimodal. En los pacientes más jóvenes estas lesiones son consecuencia de mecanismos de alta energía como caídas de altura o accidentes de tráfico, mientras que en la población anciana se producen con más frecuencia por caídas simples.
Las lesiones de la meseta tibial han sido clasificadas por Schatzker, basándose en radiografías simples, en 6 tipos. Los tipos 5 (bicondilar) y 6 (bicondilar con separación completa de la superficie articular del eje tibial) representan las lesiones de mayor energía. Una clasificación más reciente de Luo, basada en tomografías computarizadas, divide la meseta tibial en 3 columnas, medial, lateral y posterior, y ayuda a guiar el abordaje quirúrgico de la fractura en función de la configuración precisa de la fractura.
La mayoría de las fracturas de la meseta tibial afectan al lado lateral y pueden abordarse con el abordaje anterolateral estándar con elevación del menisco. Para aquellas fracturas con afectación medial o posterior son posibles otros abordajes desde el medial directo, el postero-medial, el posterior directo o incluso el posterolateral.
La fijación de las fracturas bicondíleas de la meseta tibial se realizaba anteriormente mediante una única incisión anterior en la línea media; sin embargo, la preocupación por las elevadas tasas de complicaciones de los tejidos blandos y las tasas de infección profunda superiores al 20% asociadas a este abordaje provocaron un cambio en el tratamiento de estas lesiones. Desde principios de la década de 2000, autores como Barei y Egol (véase más abajo) popularizaron un abordaje por etapas de las fracturas bicondíleas de meseta tibial de alta energía con fijación externa inicial en extensión para reanimar los tejidos blandos, seguida de fijación interna utilizando incisiones dobles para minimizar la extirpación de los tejidos blandos, lo que condujo a una reducción de las tasas de infección por debajo del 10%.
Las placas EVOS de Smith and Nephew son placas anatómicas para la tibia proximal anterolateral y medial. Tienen un buen ajuste anatómico que minimiza la irritación de los tejidos blandos. Los implantes se presentan como articulares completos (placas más gruesas con orificios para tornillos de bloqueo de ángulo fijo en la diáfisis, pensadas para el encofrado en puente) o articulares parciales (placas más finas con opciones de bloqueo de ángulo variable en la diáfisis, adecuadas para el encofrado en contrafuerte). Las placas disponen de una serie de opciones para la colocación de tornillos periarticulares que permiten flexibilidad en la colocación de los tornillos para “balsear” por debajo de la superficie articular.
No obstante, debe tenerse en cuenta que, aunque el uso de placas de bloqueo anatómicas para fracturas periarticulares es conveniente, no es obligatorio y los principios de fijación de estas lesiones, que son la reducción anatómica y la estabilidad absoluta del bloque articular con un constructo de estabilidad relativa para el componente metafisario/diafisario de la lesión, pueden conseguirse igual de fácilmente con placas de compresión de bloqueo estándar.
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Autor: Paul Fenton FRCS (Tr & Orth).
Institución: The Queen Elizabeth Hospital, Birmingham, UK.
Los clínicos deben solicitar aclaraciones sobre si cualquier implante demostrado está autorizado para su uso en su propio país.
En EE.UU.: fda.gov
En el Reino Unido: gov.uk
En la UE: ema.europa.eu